Autor: Juanjo Rodriguez
En general, creo que el concepto de slogan/claim/tagline está sobrevalorado. Se le confieren propiedades mágicas, como si por crear una frase elegante se transmitiera automáticamente al mundo la esencia de la marca.
Dicho esto, hay veces que un slogan si es capaz de transmitir algo distinto, de generar un momento de complicidad. Dos ejemplos:
Life happens, once. De las cámaras de JVC, una forma potente de captar la esencia de una cámara de vídeo; la vida solo sucede una vez (aparte, es un juego de palabras en inglés).
It's time we Met. Del Metropolitan Museum de New York, llamado habitualmente Met. Es hora de encontrarnos, de nuevo con un juego de palabras.
Esta última frase es la protagonista de la última campaña de publicidad del museo, que comenzó con un concurso de fotografía entre los visitantes. Las dos mejores fotos se utilizaron después en la campaña de medios.