martes, 29 de abril de 2008

Ikea y su doble vara de medir: los mismos productos se cobran más caros a españoles que a franceses, alemanes, holandeses o belgas

Las diferencias de precios en algunos productos pueden alcanzar el 50%

Lo que Ikea anuncia como barato es relativo. Depende de dónde se venda, la compañía fija unos precios u otros. EL OBSERVADOR / http://www.revistaelobservador.com/ ha comprobado cómo algunos de los productos de la multinacional son mucho más caros si se adquieren en España que si se compran en Francia, en Alemania, en Bélgica, en Holanda o en Estados Unidos. Unas diferencias significativas que pueden alcanzar el 50% en algunos casos, como el del estante de escritorio ‘Hannes’ que se cobra a 30 euros en España mientras que en Francia o Alemania sale por 20 euros.

EL módulo de ampliación para secreter ‘Alve’ cuesta 100 euros en Ikea Francia o en Ikea Alemania y el mismo modelo cuesta 120 euros en Ikea España. El estante de escritorio ‘Hannes’ cuesta 30 euros en España y 20 euros en Francia o Alemania. Lo mismo ocurre con un módulo de ordenador con cajón: 29.95 euros en España, 24.95 euros en Francia.

ESTAS grandes diferencias de precios se repiten si comparamos la situación de Ikea España con la de Ikea Estados Unidos: la escalera Stockholm (dos maderas en paralelo y siete en trasversal) cuesta 100 euros en España y en Estados Unidos vale 99 dólares, que vienen a ser 71,5 euros al cambio de divisa actual.

DEL mismo modo, el sofá ‘Klippan’ de dos plazas se comercializa en las tiendas de Ikea de la península a 499 € (http://www.ikea.com/es/es/catalog/products/80083176) mientras que si se compra en Bélgica cuesta 399 € (http://www.ikea.com/be/fr/catalog/products/30116589). E igual pasa si comparamos los 49,95 euros que cuesta la vitrina ‘Detolf’ en España con los 39,95 euros que cuesta este mismo artículo en Holanda, como ha comprobado esta revista consultando la web de la multinacional de la decoración http://www.ikea.com/.

LA explicación para estos desequilibrios en los precios dentro de una misma compañía radica en dos factores, explican desde la Facultad de Economía de la Universidad de Málaga. Por una parte se debe a los factores objetivos o técnicos, que son aquellos que fijan los costes de explotación, entre los que se incluyen el sistema fiscal y tributario de cada país, el nivel de los salarios o la distribución. Por otra parte están los factores puramente empresariales y comerciales, como el nivel de competencia y demanda de los productos ofertados, “en este caso muy influyentes a la hora de fijar los márgenes de beneficio aplicados a cada producto”.

ASÍ, los países europeos con un mayor grado de penetración de Ikea y con una competencia más ajustada se permiten márgenes de beneficio menores que otros, como el caso de España, donde se puede ampliar este margen sin temor, dada la buena imagen, novedad y escasa competencia con las que cuenta esta empresa en nuestro país.

LO cual, sin embargo, no es óbice para que se produzcan quejas de consumidores en foros de Internet que directamente tachan esta práctica de Ikea de “tomadura del pelo” y que viene a poner en entredicho la muy publicitada ‘filosofía’ de la empresa de ofertar los precios más bajos, puesto que esta práctica se realiza con varas de medir muy diferentes dependiendo del lugar donde residan los clientes.

Fuente: ElObservador

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